Nuevos socios crean nuevas tradiciones
A sus 29 años de edad, Katie Ehlis conoce de primera mano la dificultad que representa compaginar la vida de una joven profesional con las actividades tradicionales de un club. Tras mudarse a Minneapolis (Minnesota, EE.UU.) por razones laborales, esta ex rotaractiana visitó varios clubes rotarios.
«Los socios eran fantásticos, pero las estructuras de los clubes no se ajustaban a mis necesidades», explica Ehlis. «Yo estaba comenzando mi carrera profesional y no podía llegar tarde una vez por semana a mi trabajo y tampoco un almuerzo de 2 horas se adecuaba a mi esquema laboral. Además las…