Cómo conseguir familias anfitrionas para el Intercambio de Jóvenes
Con una familia de doce chicos, seis mujeres y seis varones, los Laborde no necesitaban uno más. Pero hace más de cuatro décadas, la familia abrió las puertas de su hogar a Julia Mullikin, estudiante estadounidense de Intercambio de Jóvenes de Rotary, en Los Mochis, Sinaloa (México).
«Fue una bendición para nosotros», dice María Victoria Hallal de Laborde, quien tenía 18 años a la llegada de Mullikin en 1973. Al igual que muchos intercambistas, Mullikin ha mantenido estrechos vínculos con su familia anfitriona, al punto que cuando a una de las chicas Laborde se le diagnosticó un raro mal,…